martes, junio 19, 2012

Decálogo para encontrar inspiración


 Después de nuestra rutina cotidiana, a la hora de escribir sucede  a veces que nos falta la “inspiración”, y no logramos concentrarnos en la historia; aunque no es recomendable “forzarnos”, estas ideas tienen la finalidad de ayudarte a renovar ideas y a nutrir la imaginación, de un modo divertido.

1. Elige una canción al azar y escúchala, luego piensa como se sentirían tus personajes en esa situación.

2. Abre un libro por la mitad y haz un problema con la primera palabra que leas.

3. Piensa en un nuevo personaje, que no seas tú, pero que haga lo que tú harías en la historia.

4. Pídele a alguien que te dicte palabras, y trata de crear un enunciado con todas ellas, a partir de ahí desarrolla un párrafo.

5. Busca en el diccionario la primera palabra que no conozcas y continúala de modo que se aplique a tu historia, pero sin cambiar el contexto.

6. Si tienes otra historia, pon uno de sus personajes en la historia que estas escribiendo, piensa como se sentiría y también  cómo reaccionarían los personajes originales con su llegada.

7. Conoce más a fondo a tus personajes, ahonda en su pasado, anota hasta cuantas veces se raspo las rodillas de niño, alguna idea nueva surgirá.

8. Investiga o toma más conciencia de la época y entorno social en la que se sitúa tu historia; la imaginación es una descripción detallada de lo que puede existir, de lo que puede cambiar.

9. Lee lo que va de tu historia una y mil veces hasta que la pasión vuelva; pero si acabas de empezar y llevas dos líneas, mejor piensa en una posible sinopsis, es más fácil de escribir, y seguro te quedara la inquietud de escribir algo más.

10. Si lo único que lograste escribir son tecnicismos como: “De cuando va al parque y se encuentra con Juan…”; y de ahí no sales, piensa en adjetivos y no los limites, si se te ocurre poner: “lindo, increíble, fenomenal, estupendo, grandioso…”; y muchos más; déjalos ahí, y corrige después; recuerda que cuando la inspiración llega debes olvidar la autocritica y dejar esa parte del proceso para  el final cuando tengas muchas palabras y muchas ideas plasmadas en el papel, entonces si conviértete en el más exigente critico. No te cortes la inspiración tu mism@.