viernes, diciembre 26, 2014

Los deseos

Hola queridos y queridas lectores, ¡Feliz navidad! un poquito atrasada, pero mis mejores deseos para ustedes.
Hoy quiero contarles que el ejercicio para enero del grupo Adictos a la escritura, consiste en escribir una carta para el día de los Reyes Magos, se publicará este próximo 2 de enero y debe comenzar con "Queridos Reyes Magos:" y como ahí han propuesto que podemos "contar y pedir lo que se os antoje, desde la Paz Mundial hasta calcetines sin agujeros." *-* Me ha dado la idea de pedir aquí algo, aunque no cómo una carta sino como parte de la iniciativa de reflexiones "Epidemia de amor". (Por cierto, mi carta para el ejercicio ya está hecha solo falta programarla.)


Deseo perder toda mi soberbia, y ser más vulnerable este año que viene, quiero estar realmente dispuesta a romperme el corazón por las personas que amo, quiero creer más en Dios, y quiero tener la fe verdadera que es igual a un granito de mostaza.
Quiero arriesgarme más por el amor.

Y es que si lo pensamos bien, si todos pedimos a los Reyes Magos por la Paz Mundial eso sería un gran número de buenos deseos, que todos juntos quizá se cumplan, al final que importa si somos ya demasiado grandes para creer y pedir deseos, lo importante son los buenos deseos.


viernes, diciembre 19, 2014

Limosna de un hijo - Julio Jaramillo

Madre en la puerta hay un hombre, 
pide un pedazo de pan, 
está enfermo muy enfermo, 
quiere lo deje pasar, 
me dice que él es mi padre 
y un beso me quiere dar, 
madre por qué me dijiste que yo no tenia papá. 

Hijo mío, él es tu padre, 
y siempre te lo negué 
porque el día en que tú naciste 
con otra mujer se fue, 
pero si tu no te opones 
y lo quieres perdonar, 
dale el beso que te pide, 
dile que puede pasar. 

Señor yo no tengo padre, 
hace mucho que murió, 
tome el pan que usted me pide 
y que lo perdone Dios, 
y si vuelve a tener hambre 
no se deje atormentar, 
recuerde que en esta puerta 
tendrá un pedazo de pan.

viernes, diciembre 12, 2014

La carta de Federico que termina en unos puntos suspensivos dolorosos

Esa carta que te escribí aquella vez, intentaba ser una carta de amor, no sé si lo logré, porque no sé que debe llevar una carta de amor. Ahí te decía “Te quiero”, porque te quiero, eso no cambia.

He pensado que es verdad lo que dijeron, que la decepción, lo que realmente me duele, eres tú. Me dueles tú. Me duele pensar que no te voy a tener en mi vida siendo que solo te quiero a ti.

No sé qué hago en este lugar, todo tiene tan poco sentido sin ti, todo se me antoja tan artificial, pero no es cierto, son cosas normales, las mismas cosas de siempre, algunas hasta buenas  y sin embargo, como yo no tengo a quien es mi amor, todo lo demás adquiere el título de insignificante.

De pronto pienso que debería existir algún artefacto brujo para desenamorarse, algo que borrara la memoria del corazón inmediatamente, pero luego pienso que perdería también los buenos recuerdos y no quiero perderlos. No quiero perderte a ti.

Hay tanto dolor ahora y ni siquiera tengo derecho a sentirlo. Me equivoque, y duele tanto pensar en perderte, duele…