Harriet Vanger desapareció hace treinta y seis años en una isla sueca propiedad de su poderosa familia. A pesar del despliegue policial, no se encontró ni rastro de la muchacha. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? El caso está cerrado y los detalles olvidados. Pero su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir. En las paredes de su estudio cuelgan cuarenta y tres flores secas y enmarcadas. Las primeras siete fueron regalos de su sobrina; las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció. Mikael Blomkvist acepta el extraño encargó de Vanger de retomar la búsqueda de su sobrina. Periodista de investigación y alma de la revista Millennium, dedicada a sacar a la luz los trapos sucios de la política y las finanzas. Blomkvist está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia presentada por un gran grupo industrial que amenaza con arruinar su carrera y su reputación. Contará con la colaboración inesperada de Lisbeth Salander, una peculiar investigadora privada, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades.
Así empieza esta magnífica novela que es la crónica de los conflictos de una familia, un fascinante fresco del crimen y del castigo, de perversiones sexuales y trampas financieras; un entramado violento y amenazante en el que, no obstante, crecerá una tierna y frágil historia de amor entre dos personajes absolutamente inolvidables.
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Estoy frente a una novela magistral, que tiene todo lo que necesita para no ser solo un libro más sino uno de los mejores de los mejores (No es un error de dedo, he dicho que es de los mejores de los mejores) libros que podríamos leer en toda la vida. No se trata solo de una trama perfecta, es muy real, muy impactante respecto a todo lo que el ambiente sueco paso, cuenta además con numerosas referencias a aspectos que no podríamos haber comprendido mejor sin sus palabras en esta primera parte de la trilogía Millennium.
Es una novela "rica" en muchos sentidos, tanto policiales, históricos, informáticos, etcétera; no pude aburrirme en ninguna de las 665 páginas. Sin embargo, algo hizo merma en mi experiencia literaria al leer ésta novela: vi la pelicula antes de leer el libro.
No fue intencional, yo realmente no sabía que era una historia basada en un libro; ahora que lo he terminado me di cuenta de que lo habría disfrutado mil veces mejor si la hubiera leído directamente, pues los personajes televisivos te crean una idea muy errónea de qué esperar y cómo se resuelve el misterio, y esto eclipsa muchísimo la prosa perfecta y la atmósfera de suspense que supo crear muy magistralmente Stieg Larsson.
Los hombres que no amaban a las mujeres, es sin duda una de las novelas que jamás voy a olvidar, igual que a sus personajes inolvidables, por todo lo que me hizo sentir y reflexionar.
Ahora quiero hablar de Mikael Blomkvist, me ha caído bien, igual que el de la pelicula, aunque ingenuo, es muy sagaz como su profesión se lo exige. (Realmente me pareció increíble que se dejará engañar de esa manera, pero ya descubrirán ustedes a qué me refiero cuando lean la novela, esa es la gracia).
A Lisbeth Salander le ha tocado una vida difícil, por razones que escapaban completamente de su control, es por eso que creo que ella se encierra mucho en mantener el control y no acercarse demasiado a nadie, pero... las cosas están a punto de cambiar. Es además sumamente inteligente, incluso puedo decir que la más inteligente en toda la novela, pero muy insegura respecto a sus emociones, ella misma lo sabe reconocer.
Cuando se lee Los hombres que no amaban a las mujeres, se puede disfrutar de unos personajes realmente singulares, que se ven envueltos en los misterios de una sociedad corrupta, maldad e inseguridades humanas. Me habría encantado no haber visto en la pelicula quién era el asesino.
ssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Sobre el autor:
STIEG LARSSON
Nació en Skelleftehamn, Västerbotten, el 15 de agosto de 1954, su muerte ocurrió en Estocolmo, el 9 de noviembre de 2004; justo un poco antes de que su trilogía: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire; saltara a la fama después de su publicación.
Periodista y activista consagrado, amaba escribir como hobbie y lucho siempre por la filosofía antiviolencia.
Los hombres que no amaban a las mujeres, es sin duda una de las novelas que jamás voy a olvidar, igual que a sus personajes inolvidables, por todo lo que me hizo sentir y reflexionar.
Ahora quiero hablar de Mikael Blomkvist, me ha caído bien, igual que el de la pelicula, aunque ingenuo, es muy sagaz como su profesión se lo exige. (Realmente me pareció increíble que se dejará engañar de esa manera, pero ya descubrirán ustedes a qué me refiero cuando lean la novela, esa es la gracia).
A Lisbeth Salander le ha tocado una vida difícil, por razones que escapaban completamente de su control, es por eso que creo que ella se encierra mucho en mantener el control y no acercarse demasiado a nadie, pero... las cosas están a punto de cambiar. Es además sumamente inteligente, incluso puedo decir que la más inteligente en toda la novela, pero muy insegura respecto a sus emociones, ella misma lo sabe reconocer.
Cuando se lee Los hombres que no amaban a las mujeres, se puede disfrutar de unos personajes realmente singulares, que se ven envueltos en los misterios de una sociedad corrupta, maldad e inseguridades humanas. Me habría encantado no haber visto en la pelicula quién era el asesino.
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Sobre el autor: STIEG LARSSON
Nació en Skelleftehamn, Västerbotten, el 15 de agosto de 1954, su muerte ocurrió en Estocolmo, el 9 de noviembre de 2004; justo un poco antes de que su trilogía: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire; saltara a la fama después de su publicación.
Periodista y activista consagrado, amaba escribir como hobbie y lucho siempre por la filosofía antiviolencia.
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