“Siento que se me escapa algo, tu amor, y siempre lloro y
lloro en silencio. ¿Hay algo que pueda hacer? Quizá hay mucho, o quizá lo mejor
sería olvidarte, como te prometí. Pero no, si supiera a qué hora voy a morir,
antes de la hora final iría a buscarte, para decirte que te quiero, que no hay
mucho de inteligente en ello, que puede ser que me condeno, pero soy aún peor
cuando no estás, cuando te vas de mí, entonces nada me importa. Todas las
frases enigmáticas de amor real “me quedan”, quiero verte feliz, estar cerca de
ti, escuchar tu risa, poder mirarte a los ojos, escuchar embelesada tu voz. Te
lo confieso, también quiero saber si cerca de ti siento lo mismo que siento
ahora. Te extraño mucho pero no te lo digo, ¿debería decirte que te necesito? De
verdad, te juro… te amo tanto… Y odio tanto la mentira de decirte: estoy bien,
como si eso fuera una opción lejos de ti. ¿Pero no sé cómo estás? ¿Y si yo
pudiera cuidarte por el resto de nuestras vidas? Tengo que buscar la forma de
hacerlo a través de la distancia. Quiero cuidarte y quererte siempre.”
Menuda carta de amor. ¿Para qué es, si no, la literatura?
ResponderEliminarSaludos!
¡Exacto! Lo explicas perfectamente, ¡saludos!
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