Bajo un grandiosamente atractivo título de "Cómo alimentar a una musa y conservarla", en este capitulo del libro se habla de una musa que resulta más bien una personalidad viviente, y el maestro Ray Bradbury, se refiere a ella como un ardor, creatividad o inconsciente, o cualquier cosa que signifique para cada uno de nosotros.
"Podemos empezar parafraseando un poema de Oscar Wilde,
sustituyendo la palabra *Arte* por *Amor*:
El Arte escapará si tu mano
es floja, y morirá si aprietas
demasiado.
Mano leve, mano fuerte,
¿cómo saber
si retengo el Arte o lo he
soltado? "
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