Aniversario
con velas
Sofía apagó el despertador a las siete y cuarto,
como siempre. «¿Qué día es hoy?», se preguntó mientras dormía cinco minutos
más. Afuera, el perro daba vueltas al jardín; la gente pasaba atareada por sus rutinas, el sol empezaba a salir, de
pronto, Sofía recordó que día era.
Su aniversario, lo había planeado toda la semana y
lo había olvidado, «¿Cómo es posible?», se sentía indignada y cansada, pero no
le importó, se levantó aprisa y cogió las llaves del coche, aún le faltaba
comprar algunas velas. El supermercado estaba repleto de gente y había mucho
tráfico en la ciudad por la festividad en puerta: el día de muertos.
Le costaba recordar esos tiempos cuando ponía un altar para sus tíos, abuelos,
y otras personas amadas que se habían ido, pero celebraba los aniversarios sin
velas, era duro tener un aniversario precisamente ese día, y ahora…
«Ochenta y siete con trece centavos», le dijo la
cajera, Sofía extendió un billete de veinte pesos aún distraída, y cuando llegó
a casa seguía tan distraída que le costó más de lo normal recordar donde había
puesto las otras cosas, cuando por fin las encontró, comenzó a preparar todo
para el ritual, «¿Cómo era?, sí, una vara de incienso, manzanilla, gordolobo,
izta…izta…iztafucate»; Sofía seguía distraída pensando en su pasado. Terminó
olvidando encender una vela en el instante final, y cuando llegó media noche
Gabriel no apareció, ni siquiera escuchó su voz como le habían prometido en el
folleto, rompió el folleto entre lágrimas y manoteó sobre el maldito ritual, se
suponía que Gabriel podría cruzar el más allá esa noche, se suponía que
volvería a verlo, si hacia… miró entonces la vela apagada, seguía en la esquina
donde la había colocado, como si fuera un bolo de boliche en el tiro crucial, “Otro
año más sin ti, Gabriel”, suspiró.
Más tarde, mientras miles vagaban entre las sombras
de la ciudad, él eligió vagar por el campo de rosales que Sofía regaba, abrió
despacito la puerta de la casa que él mismo había construido, y encontró en la
cocina muchas velas regadas en el suelo, una yacía de pie en la esquina de un
amorfo dibujo, se preguntó que sería eso pero se giró y subió las escaleras
hasta la recámara de su esposa, era el día de su aniversario de bodas, todos le
habían criticado que eligieran casarse
el día de muertos, pero al fin cómo lo que querían era estar juntos, poco les
importó y se casaron.
Sofía estaba profundamente dormida, Gabriel se acercó
despacito y la besó en la frente, acarició sus cabellos blancos y tomó una de sus pequeñas manos ya arrugadas
por los años. Miró a su alrededor y todo seguía igual que como lo había dejado,
sobre la mesita que ostentaba una lámpara, estaba una fotografía familiar, Sofía
sostenía en brazos un bebé, y él tenía una niña agarrada de las manos, sus
hijos habían crecido tan pronto, miró nuevamente a su esposa y suspiró, «Buenas
noches, mi amor, vuelvo el próximo año», y volvió a besarla.
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¡hOLA! Ojala les guste este humilde relato, forma parte de lo que Adictos a la escritura, preparó para este mes de octubre, la dualidad que expresan estos dos mundos, el de los vivos y el de los muertos, se verá reflejada en los relatos que recopilan, y justamente en el día en que la tenue linea que separa los dos mundos puede cruzarse... Para leer más relatos ACÁ:
http://adictos-escritura.blogspot.mx/2012/10/proyecto-de-octubre-los-dos-mundos_31.html
http://adictos-escritura.blogspot.mx/2012/10/proyecto-de-octubre-los-dos-mundos_31.html
¡Gracias!
Me gusta. Muy sensible y tierna. Enhorabuena. Un abrazo. Sobre todo como dibujas a la abuela.
ResponderEliminar¡Hola! ¡Que honor que te guste mi relato! La verdad es que Sofía me salió muy improvisada, hasta el párrafo final decidí que edad tendría, o si le ponemos más sentido, hasta el último párrafo me revelo su verdadero identidad, antes la trama se desarrollo con pura nostalgia ;) ¡Un abrazo para ti también!
EliminarQué bonito! Y que triste al mismo tiempo. Aunque me deja una duda "¡el marido también llegó a viejo?". Y una pequeña corrección "replicó la cajera"... yo no diría replicar, porque no le pusiste ninguna pregunta a ella. Vamos, el salto del pensamiento de ella, a la interrupción de la cajera no se explica muy bien, pero el resto ya se lee de un tirón. Muy bien unidos los dos mundos. Un saludín
ResponderEliminar¡Hola Bess! Gracias, y ya cambie lo de "replicar" no lo había notado, simplemente quise cambiar la línea de la trama rápidamente y la idea era volver igual de repentinamente, en cuanto a Gabriel yo preferiría que sí, puesto que ese dolor y anhelo quise retratarlo aún vivo, pera también queda para la imaginación del lector. Gracias nuevamente por tus consejos, me alegra que te gustara mi relato ¡un abrazo!
EliminarHola!
ResponderEliminarPues sí está bonito el relato, todo explicado con pocas palabras. Bastaría revisar la puntuación, emplear guiones largos para los diálogos y en todo caso estas comillas «» en vez de las que usaste.
Saludos!
¡Hola Maga! ¡Que gusto que te guste mi relato! Cuanto me alegra ya no tener tantos errores, la verdad es que ya no tenía tiempo y no quise usar diálogos normales, sólo las comillas, ahora gracias a ti ya conozco las comillas correctas, no tenía ni idea de eso,muchas gracias por ayudarme a mejorar con tus comentarios ¡Un abrazo!
EliminarUn relato, aunque corto, bastante bonito. Me ha gustado, aunque si tienes que revisar la puntuación. Se te ha ido un signo de interrogación, abriste la oración con uno, pero no encontré en donde lo cerraste. ¡Saludos!
ResponderEliminar¡Hola Li!¡Que honor que te guste mi relato! Ya corregí esa oración, no me di cuenta de que faltaba un signo, ¡Muchas gracias por decirme! ¡Un abrazo!
EliminarBuen relato, muy tierno y triste a la vez. Precioso.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola Daniel! ¡Muchisisimas gracias por los adjetivos tan geniales que le pones a mi relato! ¡Un beso de regreso para ti!
Eliminar¡Hola Maria!
ResponderEliminarMe gusta leer los relatos en voz alta, y nos has sacado a mi novio y a mi un "awww" de ternura, es un relato muy lindo, nada más revisa el detalle de las comillas las cerraste dos veces :)
Al principio creí que Sofía era joven, pero cuando su esposo la describió, me estrujó el corazón.
Muchas gracias por compartir tu lindo relato :)
¡Hola Lunella! ¡Que genial que les haya gustado tanto mi relato!¡Cumplió con su cometido de conmover! ;) Y al contrario, gracias a ustedes por leer aquí ¡Un abrazo!
EliminarAh, más tierno ese Gabriel, "todo un ángel".. jeje
ResponderEliminarLindo, lindo relato!
Salú :)
¡Hola Juan! ¡Muchas gracias! ¡Que gusto que te haya gustado mi relato y mi personaje, es un honor! ¡Un abrazo!
EliminarHola!!
ResponderEliminarUn relato hermoso, donde se puede entender que el amor rompe barreras.
saluditos
¡Hola!!¡Brie! Justamente, eso, eso quería decir ;)¡Que se entienda como es el amor! ¡Saluditos de regreso!
EliminarMuy bonito el relato!
ResponderEliminarQue bello que aun a pesar de los años ella siga fiel a querer seguir viendo a su esposo. Eso es amor mas allá de la muerte!
Muy emotivo, sigue así!!
Un besote!!
¡Hola Stefy! Tú ya lo dijiste, eso es lo bello de la vida, o en este caso, es lo bello de la literatura de adictos ;) ¡Que honor que te gustara mi relato, yo soy FAN de tu novela,(una disculpa por no pasar tan seguido), precisamente porque es muy emotiva! Seguire tu consejo ¡Un besote!
EliminarPrecioso relato. Me ha gustado
ResponderEliminar¡Hola Cloe! ¡Que honor que te guste mi relato! Muchas gracias por venir a leer aquí! ¡Un abrazo!
EliminarMaría: Muy tierno y triste tu relato. Siempre recuerdo la frase: "Lloramos tanto a nuestros muertos, como si fuésemos a vivir eternamente".
ResponderEliminarCariños: Doña Ku
¡Hola Dora Ku! Es muy buena esa frase, algún tendremos que aprender :) ¡cariños de regreso!
EliminarMe gustó tu relato, la ternura de la historia.
ResponderEliminarBesos
¡Hola Gabriela! Gracias, es un honor que te guste mi relato ¡un abrazo!
EliminarPobrecita. Ella no lo vio a él... Todo es cuestión de perspectiva...
ResponderEliminar¡Hola Tania! Pues sí, la perspectiva define todo y al final nada, pues yo creo que cuando dos se aman así, no hace falta mirarse para sentir todo el amor que se tienen el uno al otro, aunque mirarse es lo mejor, jaja ¡Un abrazo!
EliminarQue triste...esperaba que Sofía y Gabriel se pudieran reencontrar, pero ya veo que ella se quedó dormida y no lo vio =S. Chau, espero leerte de nuevo pronto :)Me gustó el relato.
ResponderEliminar¡Hola María! Siento que sea triste, sin embargo, yo creo que los personajes todavia tenían muchos momentos para estar juntos, al menos en los buenos recuerdos, gracias al amor que se tienen, ¡Gracias por venir a leer en mi blog! Con gusto esperare a que vuelvas por aquí ¡Un abrazo!
EliminarQué bonito, me ha dado mucha pena que no se volvieran a ver...
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