La última clase de Deborah Sykes ha terminado. Las noche es desapacible; llueve con fuerza y las rachas de viento doblan los paraguas y las ramas de los árboles. Sus alumnos la han entretenido hoy más de la cuenta y tiene que darse prisa si no quiere perder el tren.
Al acercarse a la estación fría y solitaria, oye ruido de cristales rotos. Una vez en el andén, se da cuenta de que no está sola. Al otro lado de las vías adivina la figura de un hombre. No quiere dejarse dominar por el pánico, pero no consigue alejar de su mente los terribles asesinatos que desde hace meses se están produciendo en la zona. Justo en ese instante llega su tren y Debbie se sube a él, aliviada. Pero su tranquilidad dura poco: a la mañana siguiente descubre que una mujer ha aparecido asesinada muy cerca de la estación de Moreham. El Estrangulador ha vuelto a actuar junto a las vías.
Mientras la policía intenta por todos los medios dar con el asesino y evitar así más muertes, un periodista irresponsable revela la identidad de Debbie como posible testigo del caso y , casi inmediatamente, a la profesora empiezan a sucederle cosas extrañas. Cada vez se hace más evidente que alguien está estrechando el cerco en torno a ella.
Thriller apasionante de ambiente amenazador. La vía muerta recrea con maestría el entorno gélido de una ciudad de provincias en la que las cosas más horribles pueden suceder.
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Terminé de leer esta historia pensando en que no quisiera que
terminara de otro modo, el final podría notarse algo apresurado pero justo, me
parece que Danuta Reah ha logrado poner las palabras justas para decir lo incómodo.
Me sentí muy preocupaba conforme avanzaba la novela, y lo que parecía una
historia de misterio terminó poniéndome los pelos de punta, es lo que hace la
incertidumbre y la habilidad que tiene la autora para develar poco a poco los
acontecimientos precisos que pueden remover nuestra paz.
No logré predecir los movimientos que
haría el asesino y sufrí al no tener una respuesta para salvar a los
personajes. Ellos son humanos, se equivocan, dudan, sienten profundamente y
logran transmitirlo.
Aun así, si se hubiera pensado en hacer una
historia más larga, se tenía la tensión suficiente para lograrlo; eso me pasó
con La vía muerta, estaba tan enganchada a la historia que necesitaba saber más
y más pero hubiera aceptado quedarme así otro buen puñado de páginas.
Simplemente, cuando se inicia la tensión parece que no terminará nunca, aunque
termina.
La protagonista comienza siendo una chica normal,
con rutinas, con afectos, las situaciones que se desarrollan en la historia la
van poniendo al límite. Después de la muerte que la ronda, nada vuelve a ser
igual.
A su lado tenemos otro personaje al que se puede
definir con una palabra: enigma, le muestra a Debbie retazos de lo que es, y al
mismo tiempo ella lo ayuda a convertirse en lo que puede ser. Respecto a
los personajes secundarios, tenemos unos tiernos, comprensivos y útiles; y
también uno principalmente odioso que precisamente por eso, no voy a olvidar.
Si te gustan las historias que tejen
telarañas a través de tu mente para envolverte en el suspenso, La vía
muerta, es tu vía.
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