viernes, diciembre 11, 2020

VIDA - Tanya Saracho (Starz Play)

     La cultura mexicana en Estados Unidos se ve relatada en esta serie, que recorre la vida de las hermanas Hernández, que como dice la propia sinopsis: No pueden ser más diferentes entre sí. La vida las reúne con la muerte de su madre, quien era la propietaria de un bar llamado La Chinita, pero aquel lugar dista mucho de ser lo que las hermanas dejaron al partir, y además se encuentran con varios secretos que tenía su madre.

    Emma, la mayor, es seria y explosiva, le gusta controlar todo a su alrededor, porque así le gusta la vida: práctica y ordenada; en cambio, su hermanita, Lyn, es incontrolable, nunca piensa antes de actuar, y puede ocasionar que la vida de quienes la rodean se ponga de cabeza, es como un huracán.  Ambas se reprochan entre sí sus diferencias mientras intentan sacar a flote su bar, y conviven con las personas de la vida de su madre, y con las personas de su niñez que habían dejado atrás al marcharse del barrio.

    Poco a poco se van habituando a su nueva realidad, pero cometen cada una a su manera una serie de errores que las llevaran a tener que tomar enormes decisiones sobre lo que era y lo que será su vida.

    Así, la serie trata sobre la vida, sobre los amores, las decepciones, sobre luchar contra corriente, sobre sentir desesperanza, vergüenza, y gritar de nostalgia entre cerveza y tequila, de resistir una noche más, una mañana más. También es una serie con representación LGBT, y hace conciencia sobre las luchas extras que se llevan en varios aspectos.

    Los personajes son especiales, cada uno aporta su personalidad para resaltar la historia en la serie, los hay muy queridos, y muy odiados; cada uno con sus propias luchas y alegrías. Me gustó mucho el humor que podía verse entre los problemas de lo cotidiano, y como lograban superar todo, o simplemente rendirse y cambiar de rumbo, cada a su manera o caminando de la mano con sus seres queridos.

    Lyn evoluciona y aprende en su camino cómo luchar por lo que quiere, además de llevar el psicoanálisis de su propia vida, porque si nadie la entiende por completo, ella está para hacerlo. Mientras tanto, Emma aprende a reconciliar sus amores, y siento que el cambio en su última relación estuvo muy bien planteado, se nota como está más relajada, como nunca antes la habíamos visto.

    Los capítulos son cortos, de aproximadamente media hora; las tres temporadas se pasan volando y me habría encantado ver una cuarta o quinta o sexta temporada más. La acción no para y el tiempo pasa rápido porque toda la serie se lleva en aproximadamente seis meses de la vida de los personajes.

    Si quieren ver una serie entretenida, con representación LGBT, drama, amor y reflexiones sobre lo que significa luchar y vivir, no se equivocarán al dejar entrar a su vida... a VIDA.






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